El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 63

 


Duda solucionada: Número 63

Pregunta del paciente:

Estoy pasando por una ruptura sentimental que no consigo superar. Ya ha pasado un año y cada vez que me viene a la mente siento una sensación visceral... Me siento como una niña a la que, de repente, la arrancan y la apartan de su madre (a pesar de que mi ex es un chico), que jamás volverá a ver. He roto con el que hasta ahora ha sido el hombre más importante de mi vida y me siento huérfana.

Mi psicólogo de ahora (no sé con qué herramienta estamos trabajando la verdad, sé que él es especializado en Gestalt) me ha comentado que puede ser una herida de la infancia, probablemente no me sentí querida. A pesar de que me parece que tenga mucho sentido, no consigo quitarme está sensación y, entonces, superarlo.
No sé qué más hacer, estaba planteándome empezar con sesiones de psicoanálisis, pero no sé si sería la elección más adecuada.

No recuerdo muchas cosas de mi infancia y tengo varias fobias también...

 Respuesta:


Gracias por compartir con nosotros su dolor y preocupación.

He leído las respuestas de mis cuatro compañeros, todos ellos la orientan y animan a vencer la situación que sufre. Estoy de acuerdo con sus apreciaciones.

Por nuestra parte, plantearemos dos hipótesis de trabajo, una de ellas basada en el dato diagnóstico de su psicólogo actual.

Reformularemos su solicitud de ayuda:

Pregunta: ¿Cómo puedo vencer la ruptura sentimental de la persona más importante de mi vida?

Respuesta:

Trabajando las partes infantiles.

“Trabajar la personalidad que se presentan a la manera de niña pequeña suele conllevar un tipo diferente de propensión a cometer errores en la psicoterapia… Esta identidad infantil es una personificación de la paciente de niña –y no una niña real-“.

Hipótesis de trabajo (diagnóstico):

1. Trastorno disociativo relacionado con el trauma

2. Trastorno de la personalidad dependiente

Desarrollo de las hipótesis:

Las partes disociativas infantiles son representaciones de las muchas heridas y deficiencias evolutivas sufridas por el paciente. Con frecuencia, estas partes disociativas permanecen estancadas en determinados sistemas de acción defensivos, tales como el llanto de apego, la huida, el ataque, la inmovilidad, el enlentecimiento o el bloqueo. Las partes infantiles suelen ser muy dependientes emocionalmente o estar aterradas.

Consideramos que ambas hipótesis diagnosticas están conectadas entre sí ya que los trastornos disociativos son comorbidos con los trastornos de la personalidad.

Discusión:

El modelo del trauma propone que los síntomas que usted presenta son una consecuencia o respuesta durante la infancia, a apego desorganizado ante el cuidador primario.

“…al principio del tratamiento…la mejor forma de abordar el trauma complejo es tratando de mantener un diálogo con la intención de limitar la activación del sistema de apego, aprovechando la tendencia natural a querer cooperar y colaborar sobre un mismo nivel de base. En condiciones óptimas, las personas tratan de desarrollar una base segura y un espacio de seguridad en la terapia, con objeto de facilitar la exploración de los dilemas relacionales –en su caso la ruptura sentimental- y de los conflictos graves generados por el trauma complejo y el apego desorganizado. Pero en los casos de traumas graves, este objetivo deberá alcanzarse a través de una vía indirecta, que tratará de limitar la activación prematura del apego hacia el terapeuta”.

Recomendaciones para el compañero (psicólogo) que trabaja con usted:

El terapeuta no deberá tratar a las partes infantiles como si se tratara de una niña real, sino como uno de los muchos aspectos del paciente adulto. Es esencial que usted se vea como un todo a aceptar y a cuidar de estas partes de sí misma, para que el terapeuta no tenga que asumir el papel de cuidador.

Existen muchos conflictos internos en torno a las partes infantiles, las cuales con frecuencia suelen albergar anhelos de cuidados y de cariño repudiados por otras partes del paciente, además de guardar muchos recuerdos traumáticos.

Estos conflictos deberán ser resueltos con cuidado y exhaustivamente, para que la necesidad de que existan unas partes disociativas infantiles dentro de su personalidad sea cada vez menor.

Conclusión:

Por su relato, concluimos que de forma característica, las partes disociativas infantiles representan las experiencias más vulnerables, dolorosas, desamparadas y repudiadas por usted.

Las partes disociativas infantiles deberán siempre ser de la responsabilidad del paciente como un todo, y no del terapeuta. Si bien el terapeuta puede ayudar a la parte o partes que funcionan en la vida cotidiana a aprender a entender y a sentir compasión hacia dichas partes infantiles, las partes adultas del pacientes deberán ser las encargadas de cuidar de ellas y en última instancia de integrarlas como parte de la experiencia del paciente.

Para concretar el tipo de terapia más idónea a su caso es necesario explorar los síntomas disociativos de traumas tempranos y relacionales que presenta.

Por último, al establecer un plan de tratamiento individualizado, es recomendable que sea un tratamiento en fases, siendo la primera la estabilización, la segunda el abordaje de los recuerdos traumáticos, y la tercera, la integración.

Para finalizar, tenga en cuenta que la ruptura sentimental de la persona más importante de su vida, le ha abierto la posibilidad de explorar de forma sistemática y explícita un mundo de no-percepción del que hasta la fecha no era consciente.

Espero y deseo haber sido de ayuda.


Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 63 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/estoy-pasando-por-una-ruptura-sentimental-que-no-consigo-superar-ya-ha-pasado-un-ano-y-cada-vez-que

Un saludo,



Juan José Regadera, Murcia.

        

                             Hasta pronto

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