Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva. Psicología de la personalidad

 

Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva

Psicología de la Personalidad

Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la American Psychiatric Association, 2014), el TPOC es un patrón de personalidad que se caracteriza por la preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la apertura y la eficiencia, y está presente en una variedad de contextos. 

Respecto a su edad de inicio: comienza en la edad adulta. Y, en cuanto a su grupo de pertenencia, el TPOC estaría englobado dentro del grupo “C” junto con los trastornos de la personalidad, evasiva y dependiente.

Las similitudes descriptivas del grupo “C” son: comportamiento más prominente y generalizado por ansiedad, temor o perfeccionismo. Son personalidades ansiosas, emocionalmente inestables y temerosas que están continuamente preocupados por la salud y otros problemas; además son inflexibles y obstinados, indecisos, continuamente apesadumbrados y pesimistas. Muestran un estado de ánimo inestable.

El TPOC es el trastorno con mayor prevalencia (entre un 2.1% a un 7.9%) dentro del conjunto de los 10 tipos de trastornos de personalidad recogidos en el DSM-V (paranoide, esquizoide, esquizotípico, antisocial, límite, histriónico, narcisista, evasiva, dependiente, obsesivo-compulsivo). Y se diagnostica aproximadamente con el doble de frecuencia en el sexo masculino. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que en los contextos culturales en los que se pone énfasis sustancial en el trabajo y en la productividad, estos hábitos, costumbres o estilos interpersonales no deben ser considerados como rasgos patológicos ya que son fomentados por los patrones de socialización predominantes. 

Los criterios (al menos cuatro deben cumplirse para diagnosticar el TPOC) son los siguientes:

1. Se preocupa por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los programas hasta el punto de que descuida el objetivo principal de la actividad.

2. Muestra un perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas (p.ej., es incapaz de completar un proyecto porque no se cumplen sus propios estándares demasiado estrictos).

3. Muestra una dedicación excesiva al trabajo y la productividad que excluye las actividades de ocio y los amigos (que no se explica por una necesidad económica manifiesta).

4. Es demasiado consciente, escrupuloso e inflexible en materia de moralidad, ética o valores (que no se explica por una identificación cultural o religiosa).

5. Es incapaz de deshacerse de objetos deteriorados o inútiles, aunque no tengan un valor sentimental. 

6. Está poco dispuesto a delegar tareas o trabajo a menos que los demás se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas. 

7. Es avaro hacia sí mismo y hacia los demás; considera el dinero como algo que se ha de acumular para catástrofes futuras. 

8. Muestra rigidez y obstinación. 

Por otro lado, existen cuadros clínicos similares al TPOC que hacen imprescindible el desarrollo de un buen diagnóstico diferencial antes de iniciar un tratamiento psicológico y/o farmacológico. Estos son algunos de ellos:

- Trastorno obsesivo-compulsivo: a pesar de la similitud en los nombres, el TOC suele distinguirse fácilmente del TPOC por la presencia de verdaderas obsesiones y compulsiones. Aunque pueden darse ambos diagnósticos.

- Trastorno de acumulación: se debe considerar especialmente cuando el acaparamiento es extremo (p.ej., las pilas de objetos sin valor almacenados presentan riesgo de incendio o insalubridad y hacen que resulte difícil la convivencia). Pueden darse ambos diagnósticos.

- Otros trastornos de personalidad: la personalidad narcisista puede mostrar un compromiso con el perfeccionismo y creer que los demás no pueden hacer las cosas tan bien. Las personas con personalidad narcisista tienen más tendencia a creer que han alcanzado la perfección, mientras que las personas con TPOC son generalmente autocríticas. La personalidad antisocial o narcisista muestra falta de generosidad con los demás, pero están dispuestos a darse caprichos; sin embargo, las personas con TPOC adoptan un estilo de gasto muy restrictivo para ellos mismos y para los demás. La personalidad esquizoide y el TPOC se caracterizan por una formalidad aparente y un desapego social, pero en el TPOC esto deriva del malestar en las emociones y de la devoción excesiva hacia el trabajo, mientras que en la personalidad esquizoide hay una falta fundamental de capacidad para la intimidad. 

- Trastornos por consumo de sustancias: El TPOC también debe diferenciarse de los síntomas que se pueden desarrollar en relación con el consumo persistente de sustancias. 

Deben hacerse dos salvedades respecto a este trastorno de personalidad:

· Los rasgos moderados del TPOC pueden ser especialmente adaptativos, particularmente en las situaciones que premian un alto rendimiento. Sólo cuando estos rasgos son inflexibles, desadaptativos y persistentes, y causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo, constituyen un TPOC. 

· El TPOC tiene el problema de que suele ser aplicado como estereotipo sexual, como conducta masculina estereotipada de dedicación excesiva al trabajo o la insistencia en seguir sus normas. Por lo tanto, debemos ser cautos a la hora de documentar la naturaleza patológica de las conductas y el deterioro consiguiente.

En relación a estudios complementarios no incluidos en el DSM-V, se ha encontrado dentro del campo de la Genética conductual que los estudios con gemelos sugieren una influencia genética sustancial. Se estimó una heredabilidad en el TPOC del 0.78 de correlación. En estudios de investigación se ha demostrado que, en el TPOC, determinados síntomas concretos, como la tacañería y la preocupación por los detalles o las normas, tienen un mayor peso en el diagnóstico. Y en referencia a la concurrencia del TPOC: a) Con otros síndromes clínicos (p.ej.: Trastornos de ansiedad y Trastornos obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados): Sólo se ha encontrado una relación inconsistente entre ellos; b) Con otros trastornos de personalidad: El TPOC y el Trastorno de personalidad antisocial serían una combinación extraordinariamente rara, porque la planificación cuidadosa y la orientación hacia las tareas de la personalidad obsesiva son las antítesis de la impulsividad y la irresponsabilidad de la personalidad antisocial. 

En el área de la Neurobiología, hasta la fecha ha habido mucha menos investigación empírica con pacientes del Grupo “C”. Las personas con TPOC manifiestan diversos grados de angustia expresados en ocasiones como “rigidez”. 

Síntomas psiquiátricos: afecto embotado/aplanado/reducido. Desapego social relacionado con consagración al trabajo y malestar ante las emociones no por falta de capacidad para intimar. Ansiedad. Indecisión. No se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones propias del trastorno obsesivo-compulsivo como síndrome clínico. 

Existen varias Teorías de la personalidad en relación al TPOC: 

1. Modelo Psicobiológico de Personalidad de Cloninger

Dentro de las teorías biológicas, Cloninger (profesor de Psiquiatría y Genética de la Universidad Médica de Washington) considera que los trastornos del Grupo “C” están asociados con una evitación del daño elevada. 

Al menos un estudio de análisis factorial ha demostrado que el TPOC puede no encajar tan bien dentro del Grupo “C” como los demás. Cloninger es partidario de la dimensión de obsesividad que permitiría caracterizar un cuarto Grupo (“D”) dentro del DSM. 

El Cuestionario de Temperamento y Carácter de Cloninger (TCI-R), define el perfil obsesivo del modo siguiente: Tienden a ser emocionalmente temerosos, frugales, reservados y con dificultad para establecer vínculos. Buscan seguridad, relaciones convencionales, y la agresividad está más dirigida hacia uno mismo. Al tener puntuaciones altas en Evitación del Riesgo y bajas en Búsqueda de Novedad tienen mayor predisposición a presentar episodios depresivos o sentimientos disfóricos antes situaciones estresantes. Se describen como rígidos, reservados y distantes y hostiles. 

2. Teorías cognitivo-sociales

Un modo de compensación del esquema obsesivo, que sería una sobrecompensación, lo vemos en la adicción al trabajo en respuesta a un esquema a través del cual la persona se percibe a sí misma como fracasada. 

3. Teorías del rasgo

A propósito del Modelo de los Cinco Factores, Widiger y colaboradores, han descrito el TPOC fundamentalmente como una variante extrema y desadaptativa del factor escrupulosidad. No obstante, estos autores señalan que los pacientes con TPOC tienen tendencia a puntuar más bajo en facetas de conformidad y altruismo, que están situados dentro del factor simpatía, así como en algunas de las facetas incluidas en el factor apertura a experiencias nuevas, suelen ser muy rígidos en todo lo que tiene que ver con los sentimientos y los valores (inflexibilidad moral).

Tratamiento: 

La guía de tratamientos psicológicos eficaces I (Adultos) de Pérez Álvarez, Fernández Hermida, Fernández Rodríguez y Amigo Vázquez (Coordinadores), consideran el tratamiento del TPOC de Tipo 3: tratamiento en fase experimental. 

Aunque existen ciertos obstáculos para el tratamiento como la obsesividad y persistencia, presentes en este trastorno, que tienden a ser más pronunciadas con la edad, y, la utilización de mecanismos de defensa (aislamiento del afecto y anulación de sentimientos), el acompañamiento psicológico encaminado al autoconocimiento, a la aceptación de las circunstancias que conlleva este trastorno y a la adquisición de ciertas pautas que permitan un mayor bienestar emocional y social puede constituir una opción recomendable para el cuidado de la salud mental. Estas son algunas de ellas:

1. Establecimiento de metas realistas con menor exigencia; elaborar un programa de trabajo, dando prioridad a algunos problemas y concentrándose en un tema cada vez, para mejorar la eficacia.

2. Entrenamiento en relajación, para reducir la tensión y la ansiedad de forma adaptativa. 

3. Manejo del tiempo y Entrenamiento en solución de problemas, para establecer prioridades y escoger soluciones. 

4. Controlar los pensamientos obsesivos. Esto se puede hacer por medio de la detención del pensamiento o imaginando cosas agradables o neutrales. 

5. Programación de actividades. Este procedimiento puede ser útil cuando la ineficacia y la demora en hacer el trabajo están causados porque el paciente se siente abrumado debido a que no aborda las tareas de forma sistemática. 

6. Utilización de la hoja de Registro de Pensamientos Disfuncionales, prestando atención especialmente a la columna donde se recogen las emociones. 

7. Entrenamiento en autoinstrucciones, desarrollando un conjunto de verbalizaciones de afrontamiento como respuesta a los pensamientos automáticos. 

8. Identificación de las suposiciones subyacentes al TOCP y su sustitución por ideas más racionales y adaptativas. 

9. Procedimientos para aumentar la empatía, dada la tendencia a prestar escasa atención a sus emociones y a las emociones de los demás. Ese aumento de empatía le ayudará a resolver aspectos problemáticos de sus relaciones interpersonales.

10. Aceptar e integrar los sentimientos de angustia, rabia o dependencia en lugar de evitarlos o aislarlos.


Juan José Regadera. Murcia, 2017

                     

        

                                   Hasta pronto                                   

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