Derreflexión II. Otras psicoterapias: Logoterapia

 

Derreflexión II. Otras psicoterapias: Logoterapia

Mirar hacia delante, 
olvidándose de uno mismo

Continuamos pues aconsejando la práctica de la derreflexión, intentando huir de actitudes de hiperreflexión, esa atención excesiva, de la hiperintención o exagerada intención, de la constante observación de uno mismo y ello con la finalidad de que podamos funcionar con normalidad y nuestro cuerpo y nuestra mente recuperen la estabilidad. 

¿Qué debemos practicar? 

· Autotrascendencia, como capacidad de relacionarse o dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo. De este modo, puedo olvidarme de mí mismo, entregarme y comprometerme con un proyecto, persona o causa distinta de mí. 

· Autoolvido. Ignorarse a sí mismo, centrarse en la tarea, en el aquí y el ahora de lo que tengo que hacer. 

· Autoentrega. Sólo me puedo olvidar de algo cuando actúo dejando de lado ese algo y oriento mi conducta hacia otra cosa que no sea yo, una tarea, una meta, un objetivo. 

· Autorrealización o realización de uno mismo. No podemos conseguir esta autorrealización sino a través de un camino indirecto, como efecto secundario no intencionado de la autotrascendencia. Es decir, que la realización de uno, nunca puede ser un objetivo, sino que se obtiene como resultado de la entrega a un proyecto, a una causa, al logro de unas metas distintas de mi. 

· Autodesprendimiento. Mediante el autodesprendimiento soy capaz de bromear acerca de mí mismo, de reírme de mi y de ridiculizar mis propios miedos. 

· Resumiendo: Gracias a mi capacidad de amar a una persona o de entregarme a una causa puedo sentirme realizado, pero esto sólo ocurrirá si soy capaz de olvidarme de mí. 


Juan José Regadera. En Murcia

        

                                     Hasta pronto 


Comentarios