Habilidades sociales (1ª Etapa): 2. Teoría. Modelo Conductual

 


Habilidades sociales (1ª Etapa): 2. Teoría  

Modelo Conductual


Breve introducción al establecimiento de las habilidades sociales

No se sabe cómo y cuándo se aprenden las habilidades sociales, pero la niñez es sin duda un periodo crítico. Es posible que dependan de la maduración y de las experiencias de aprendizaje. El factor más crítico parece ser el modelado. Los niños observan a sus padres interactuando con ellos, así como con otras personas y aprenden su estilo. Tanto las conductas verbales (p. ej.: temas de conversación, hacer preguntas, producir información), como la conducta no verbal (p. ej.: sonrisas, entonación de la voz, distancia interpersonal) pueden aprenderse de esta manera.

La enseñanza directa (es decir, la instrucción) es otro vehículo importante para el aprendizaje. Dichos como: “di lo siento”, “no hables con la boca llena”, “lávate las manos antes de comer”, etc. modelan la conducta social. También las respuestas sociales pueden ser reforzadas o castigadas, lo que hacen que aumente y se pulan ciertas conductas y disminuyan o desaparezcan otras. Además, la oportunidad de practicar la conducta en una serie de situaciones y el desarrollo de las capacidades cognitivas son otros procedimientos que parecen estar implicados en la adquisición de las habilidades sociales. El funcionamiento social defectuoso en la edad adulta (o las alabanzas por la habilidad social apropiada) no depende enteramente de los padres. Los amigos son importantes modelos y fuentes de reforzamiento, especialmente durante la adolescencia. Las costumbres sociales, modas estilos de vestir y el lenguaje, cambian durante la vida de una persona, por tanto, se tiene que continuar aprendiendo con el fin de seguir siendo socialmente habilidoso.

A este respecto, las habilidades sociales pueden también perderse por la falta de uso, después de largos periodos de aislamiento.

La actuación social puede también ser inhibida u obstaculizada por perturbaciones cognitivas y afectivas (por ejemplo ansiedad y depresión)

Concepto de habilidad social

La habilidad social debe considerarse dentro de un marco cultural determinado, los patrones de comunicación, varían ampliamente entre culturas y dentro de una misma cultura, dependiendo de factores tales como la edad, el sexo, la clase social y la educación.

Además el grado de efectividad de una persona dependerá de lo que desee lograr en la situación particular en que se encuentra. La conducta considerada apropiada en una situación puede ser inapropiada en otra.

Desde nuestro punto de vista consideramos que es necesario tener en cuenta tanto el contenido (nos referimos principalmente a la expresión de la conducta –opiniones, sentimientos, deseos, etc) como las consecuencias (que aluden al refuerzo social) a la hora de llevar a cabo una conducta socialmente habilidosa. Es decir, ¡el fin no justifica los medios!

El valor de los objetivos que queramos alcanzar varía en el tiempo, las situaciones y las personas, por ejemplo: si intentamos devolver una mercancía a una tienda, la efectividad en el objetivo (conseguir que nos cambie el objeto o nos devuelvan el dinero) puede ser más importante que la efectividad en la relación (mantener una relación positiva con el encargado de la tienda).

Al tratar que nuestro/a mejor amigos/a vaya a una película determinada, la efectividad de la relación (el mantener la relación íntima) puede ser más importante que el objetivo (conseguir que el/ella amigo/a vaya al cine).

Como regla general, lo que se espera es que la conducta habilidosa produzca reforzamiento positivo más a menudo que castigo. Por lo tanto, es importante evaluar tanto lo que hace la gente como las reacciones que nuestra conducta provoca en los demás.

De todo lo dicho hasta aquí, podríamos definir la conducta socialmente habilidosa cómo: “el conjunto de conductas emitidas por una persona en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas”.

Como complemento a la definición podríamos añadir que el término “habilidades” significa que la conducta interpersonal consiste en un conjunto de capacidades de actuación aprendidas.

Clase de respuesta

Al hablar de la conducta socialmente habilidosa es necesario especificar cuáles son los componentes implicados en esa conducta. Por esto, a la hora de dar una respuesta determinada es imprescindible considerar tres dimensiones básicas:

a)      a) Dimensión conductual

Todos sabemos que diferentes situaciones requieren conductas diferentes. Las clases de respuesta necesarias para dar bien una charla son diferentes de las clases de respuesta necesarias para ligar o mantener una relación íntima.

Las dimensiones conductuales más aceptadas por todos los investigadores han sido:

1.  Hacer cumplidos.
2. Aceptar cumplidos.
3. Hacer peticiones.
4. Expresar amor, agrado y afecto.
5. Iniciar y mantener conversaciones.
6. Defender los propios derechos.
7. Rechazar peticiones. Expresar opiniones personales incluido el desacuerdo
9. Expresión justificada de la ira, desagrado o disgusto.
10. Petición de cambio de conducta del otro.
11. Disculparse o admitir ignorancia.
12. Manejo de críticas.
13. Capacidad de solicitar satisfactoriamente un trabajo.
14. Capacidad de hablar en público.
15. Resistir a las tentaciones y responder a un intercambio.
16. Dar reforzamiento al otro al mantener una conversación. 


No debemos olvidar que estas conductas son llevadas a cabo por un individuo determinado (donde intervendrán las variantes de la persona) en un entorno particular (donde habrá que tener en cuenta las variables de la situación)

b)      b) Dimensión personas (cognitiva y fisiológica)

La inadecuación social puede tener sus raíces o estar mantenida, a veces, por determinados factores cognitivos, como pueden ser las percepciones, actitudes o expectativas erróneas, ciertas clases de pensamientos pueden facilitar la ejecución de la conducta socialmente habilidosa, mientras que otros pueden inhibir y obstaculizar la expresión de dicha conducta.

A nivel fisiológico se sabe que aserción y ansiedad son dos estados psicológicos en gran medida incompatibles y que la presencia de uno de ellos ha de inhibir la expresión del otro.

El proceso por el cual la ansiedad puede llegar a inhibir la conducta asertiva de un individuo puede expresarse gráficamente del modo siguiente.

Tenemos que aclarar, que no es infrecuente el caso de individuos con déficit de conducta asertiva, no por efecto de la ansiedad, sino por ausencia de las habilidades sociales necesarias para mantener una interacción social apropiada.


c) Dimensión situacional

Para que una conducta pueda considerarse como socialmente competente debe tenerse en cuenta el contexto que la rodea. La conducta variará dependiendo de factores situacionales como la relación con la gente implicada, si son extraños, conocidos o íntimos, el sexo de la(s) otra(s) persona(s), su edad, es decir, si son más jóvenes, de edad similar o más viejos, la masculinidad o feminidad percibida de la persona, el rol o estatus de esa persona, la clase de situación, por ej., si es negativa o positiva, el número de gente presente. Todo esto implica una especificidad situacional de la conducta socialmente habilidosa. En las próximas sesiones de grupo iremos exponiendo con detalle cada una de las dimensiones aquí comentadas.

ANEXO

Lista de suposiciones tradicionales

Os incluyo una lista de suposiciones tradicionales que pueden haberse aprendido en la infancia y que os impiden convertiros en una persona más asertiva. Cada una de estas  suposiciones falsas viola uno de nuestros derechos legítimos como individuo. Tenerlas presentes a la hora de tomar decisiones o intervenir en situaciones sociales.

Entrenamiento asertivo

Suposiciones tradicionales erróneas

Legítimos derechos

1.      Es ser egoísta anteponer las necesidades propias a las de los demás.

Algunas veces usted tiene derecho a ser el primero.

2.      Es vergonzoso cometer errores. Hay que tener una respuesta adecuada para cada ocasión.

Usted tiene derecho a cometer errores.

3.      Si uno no puede convencer a los demás de que sus sentimientos son razonables, debe ser que está equivocado o bien que se está volviendo loco.

Usted tiene derecho a ser el juez último de sus sentimientos y aceptarlos como válidos.

4.      Hay que respetar los puntos de vista de los demás, especialmente si desempeñan algún cargo de autoridad. Guardarse las diferencias de opinión para uno mismo, escuchar y aprender.

Usted tiene derecho a tener sus propias opiniones y convencimientos.

5.      Hay que intentar ser siempre lógico y consecuente.

Usted tiene derecho a cambiar de idea o de línea de acción.

6.      Hay que ser flexible y adaptarse. Cada uno tiene sus motivos para hacer las cosas y no es de buena educación interrogar a la gente.

Usted tiene derecho a la crítica y a protestar por un trato justo.

7.      No hay que interrumpir nunca a la gente. Hacer preguntas denota estupidez

Usted tiene derecho a interrumpir para pedir una aclaración.

8.      Las cosas podrían ser aún peores de lo que son. No hay que tentar a la suerte.

Usted tiene derecho a interrumpir para pedir una aclaración.

9.      No hay que hacer perder a los demás su valioso tiempo con los problemas de uno.

Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.

10.  A la gente no le gusta escuchar que uno se encuentra mal, así que es mejor guardárselo para sí.

Usted tiene derecho a sentir y expresar el dolor.

11.  Cuando alguien se molesta en dar un consejo, es mejor tomarlo seriamente en cuenta, porque suele tener razón.

Usted tiene derecho a ignorar los consejos de los demás.

12.  La satisfacción de saber que se ha hecho algo bien es la mejor recompensa. A la gente no le gustan los alardes, la gente que triunfa, en el fondo cae mal y es envidiada. Hay que ser humilde ante los halagos.

Usted tiene derecho a recibir el reconocimiento formal por un trabajo bien hecho.

13.  Hay que intentar adaptarse siempre a los demás, de lo contrario no se encuentran cuando se necesitan.

Usted tiene derecho a decir <<no>>.

14.  No hay que ser antisocial. Si dices que prefieres estar sólo, los demás pensarán que no te gustan.

Usted tiene derecho a estar sólo aun cuando los demás deseen su compañía.

15.  Hay que tener siempre una buena razón para todo lo que se siente y se hace.

Usted tiene derecho a no justificarse ante los demás.

16.  Cuando alguien tiene un problema, hay que ayudarle.

Usted tiene derecho a no responsabilizarse de los problemas de los demás.

17.  Hay que ser sensible a las necesidades y deseos de los demás, aun cuando éstos sean incapaces de demostrarlos.

Usted tiene derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.

18.  Es una buena política intentar ver siempre el lado bueno de la gente.

Usted tiene derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.

19.  Nos está bien quitarse a la gente de encima; si alguien hace una pregunta, hay que darle siempre respuesta.

Usted tiene derecho a responder o a no hacerlo.

 
































Juan José Regadera. En Murcia 1989

        

                                     Hasta pronto  

 

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