El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 7
Duda solucionada: Número 7
Pregunta del paciente:Hola tengo 30 años y llevo 8 meses con mi novio, el me pidió
contarle todo sobre mi pasado. Al inicio le conté algo de mi pasado omitiendo
otras, también que le contara los detalles que omití y las cosas que no me
acuerdo. Lo anterior en diferentes conversaciones. El cada vez que me pregunta
resulta algo distinto de mis respuestas hacia él. Y le mentía por miedo,
vergüenza, desaprobación, y porque sinceramente no me acordaba de cosas. Él decía:
cómo era posible no me acordarse... pero es la verdad... ya van varias veces
lo mismo que me pregunta y resulta algo distinto y no sé qué hacer.... que hago …. me da miedo perderlo solo quiero vivir el aquí y ahora junto a él.
Respuesta:
Buenos días,Nos dice en su relato que su novio con el que lleva 8 meses de relación le
"pidió contarle todo sobre su pasado" y que tras contarle
experiencias sentimentales su novio "le resulta algo distinto y no sabe qué
hacer".
Por otro lado, también nos dice: "me da miedo perderlo y solo quiero vivir
el aquí y ahora junto a él...."
El planteamiento que describe es complejo a la hora de saber qué es lo correcto
e incorrecto de las demandas que le formula su novio, ya que según nos dice:
"ya van varias veces lo mismo que me pregunta".
Quisiera responder a su petición del mismo modo que lo hice recientemente en
relación a una pregunta similar a la planteada por usted aunque con algunos
matices que la diferencia de la suya. En aquella ocasión, la pregunta era de
índole moral encontrándonos ante los "escrúpulos de conciencia", por
ejemplo: "temor a no haber sido suficientemente sincera o honesta",
"confesiones no realizadas", "deuda moral no liquidada". En
definitiva, la persona que preguntaba no sabía si debía o no contar
experiencias sentimentales anteriores -aquí no había interés del novio por
conocer-.
Transcribiré a modo de respuesta a su pregunta, un texto traducido al
castellano en 1955 de Walter C. Álvarez, M.D. (Profesor emérito de Medicina de
la Fundación Mayo y Clínica Mayo de la Universidad de Minnesota -U.S.A.) que
lleva por título: "Las Neurosis".
La razón de transcribir el texto y omitir nuestra opinión se debe a la
dificultad de delimitar su deseo de "quiero vivir el aquí y ahora junto a
él" en contraposición a "y no sé qué hacer...qué hago... me pide
contarle todo sobre mi pasado...me da miedo perderlo".
Desde nuestro punto de vista, la verdadera pregunta debería ser: ¿Cuándo es
normal y cuando es anómalo una confesión en la vida moral?. Gregorio Marañón
solía decir -cito de cabeza-: "Decir la verdad, toda la verdad, solo es
útil si aporta un bien a la persona que la recibe".
Tampoco es fácil delimitar cuando se necesita de orientación para encontrar la
prudencia y elegir el mejor camino para la conducta moral.
En la página 639 de la citada obra de Walter C. Álvarez, apartado: "Hay
que evitar el egoísmo de confesar", leemos:
"En bastantes ocasiones -nos dice Walter Álvarez en 1950- he descubierto,
hablando con un paciente, que su trastorno datada de una confesión infortunada
que deshizo casi por completo la felicidad del cónyuge. A veces la confesión es
de un pecadillo o de un desliz desdichado cometido en la juventud. El impulso
de contarlo se acompañó de un deseo de purgar la conciencia, pero tal deseo
resultó egoísta, ya que destruyó la felicidad y la paz mental del otro. La
persona que desea hacer una confesión debe siempre contenerse y preguntarse:
¿voy a conseguir mi propia paz con gran detrimento de la de otro? Puede
recordar también que el resentimiento o el rencor del otro puede repercutir
algún día como "bumerang" contra el confesor.
Algunas mujeres me preguntan -continua diciendo Walter Álvarez- si deben
confesar a su prometido o esposo que durante sus días de universidad tuvieron
un asunto amoroso. Siempre les digo: "No, ¿de qué serviría? ¿Por qué
lastimar a su marido o proporcionarle un arma con que puede herirle el día que
esté enfadado?"
Espero y deseo que la lectura del texto del Prof. Álvarez, junto a las
reflexiones iniciales le haya ayudado a tomar una decisión.
Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 7 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:
Un saludo,
Hola tengo 30 años y llevo 8 meses con mi novio, el me pidió
contarle todo sobre mi pasado. Al inicio le conté algo de mi pasado omitiendo
otras, también que le contara los detalles que omití y las cosas que no me
acuerdo. Lo anterior en diferentes conversaciones. El cada vez que me pregunta
resulta algo distinto de mis respuestas hacia él. Y le mentía por miedo,
vergüenza, desaprobación, y porque sinceramente no me acordaba de cosas. Él decía:
cómo era posible no me acordarse... pero es la verdad... ya van varias veces
lo mismo que me pregunta y resulta algo distinto y no sé qué hacer.... que hago …. me da miedo perderlo solo quiero vivir el aquí y ahora junto a él.
Nos dice en su relato que su novio con el que lleva 8 meses de relación le "pidió contarle todo sobre su pasado" y que tras contarle experiencias sentimentales su novio "le resulta algo distinto y no sabe qué hacer".
Por otro lado, también nos dice: "me da miedo perderlo y solo quiero vivir el aquí y ahora junto a él...."
El planteamiento que describe es complejo a la hora de saber qué es lo correcto e incorrecto de las demandas que le formula su novio, ya que según nos dice: "ya van varias veces lo mismo que me pregunta".
Quisiera responder a su petición del mismo modo que lo hice recientemente en relación a una pregunta similar a la planteada por usted aunque con algunos matices que la diferencia de la suya. En aquella ocasión, la pregunta era de índole moral encontrándonos ante los "escrúpulos de conciencia", por ejemplo: "temor a no haber sido suficientemente sincera o honesta", "confesiones no realizadas", "deuda moral no liquidada". En definitiva, la persona que preguntaba no sabía si debía o no contar experiencias sentimentales anteriores -aquí no había interés del novio por conocer-.
Transcribiré a modo de respuesta a su pregunta, un texto traducido al castellano en 1955 de Walter C. Álvarez, M.D. (Profesor emérito de Medicina de la Fundación Mayo y Clínica Mayo de la Universidad de Minnesota -U.S.A.) que lleva por título: "Las Neurosis".
La razón de transcribir el texto y omitir nuestra opinión se debe a la dificultad de delimitar su deseo de "quiero vivir el aquí y ahora junto a él" en contraposición a "y no sé qué hacer...qué hago... me pide contarle todo sobre mi pasado...me da miedo perderlo".
Desde nuestro punto de vista, la verdadera pregunta debería ser: ¿Cuándo es normal y cuando es anómalo una confesión en la vida moral?. Gregorio Marañón solía decir -cito de cabeza-: "Decir la verdad, toda la verdad, solo es útil si aporta un bien a la persona que la recibe".
Tampoco es fácil delimitar cuando se necesita de orientación para encontrar la prudencia y elegir el mejor camino para la conducta moral.
En la página 639 de la citada obra de Walter C. Álvarez, apartado: "Hay que evitar el egoísmo de confesar", leemos:
"En bastantes ocasiones -nos dice Walter Álvarez en 1950- he descubierto, hablando con un paciente, que su trastorno datada de una confesión infortunada que deshizo casi por completo la felicidad del cónyuge. A veces la confesión es de un pecadillo o de un desliz desdichado cometido en la juventud. El impulso de contarlo se acompañó de un deseo de purgar la conciencia, pero tal deseo resultó egoísta, ya que destruyó la felicidad y la paz mental del otro. La persona que desea hacer una confesión debe siempre contenerse y preguntarse: ¿voy a conseguir mi propia paz con gran detrimento de la de otro? Puede recordar también que el resentimiento o el rencor del otro puede repercutir algún día como "bumerang" contra el confesor.
Algunas mujeres me preguntan -continua diciendo Walter Álvarez- si deben confesar a su prometido o esposo que durante sus días de universidad tuvieron un asunto amoroso. Siempre les digo: "No, ¿de qué serviría? ¿Por qué lastimar a su marido o proporcionarle un arma con que puede herirle el día que esté enfadado?"
Espero y deseo que la lectura del texto del Prof. Álvarez, junto a las reflexiones iniciales le haya ayudado a tomar una decisión.
Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 7 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:
Un saludo,
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