El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 37


Duda solucionada: Número 37

Pregunta del paciente:

Llevo 12 años con mi esposo y siempre hemos estados muy conectados hace año y medio su hermano murió y el entro en depresión, comenzó a cambiar a excluirme a estar enojado todo el tiempo a alejarse, yo al principio lo dejé pasar y me animé a mí misma diciendo es normal estaba muy unido a él ya se le pasará, pero la verdad es que no se le ha pasado cada vez siento que nuestra relación se deteriora más he intentado decirle, pero él no me deja dice no quiero hablar de esto y no me escucha. Es muy frustrante no sé qué más puedo hacer solo sé que ya no puedo pretender que se le pasará.

 Respuesta:


Gracias por compartir con nosotros su preocupación acerca de la relación con su marido con motivo del fallecimiento de un familiar.

He leído las 8 respuestas de mis compañeros/as de Cádiz, Sevilla, Madrid, Bilbao, Cornellà de Llobregat, Palma de Mallorca y Barcelona. Estamos de acuerdo en el diagnóstico de Trastorno de duelo complejo persistente. Aun así, y siendo esta la afección que sufre tu marido, nos gustaría matizar algunos aspectos que puedan dar respuesta a su pregunta:

¿Qué más puedo hacer frente al duelo complejo persistente que afecta a mi marido desde hace un año y medio?

Respuesta:

Realizar un diagnóstico diferencial

Discusión

El trastorno de duelo complejo persistente se diagnostica sólo si han transcurrido al menos 12 meses –según nos dice: “hace un año y medio”.

En cuanto al desarrollo y curso, los síntomas habitualmente comienzan en los primeros meses tras la muerte, aunque puede haber una demora de meses o incluso años hasta que aparece el síndrome completo –usted señala: “Es muy frustrante…no puedo pretender que se le pasará”- (puede que el síndrome completo no haya finalizado).

No informa si el duelo ha sido traumático: Duelo debido a un homicidio o suicidio con preocupaciones angustiantes persistentes acerca de la naturaleza traumática de la muerte (que a menudo aparecen en respuesta a recordatorios de la pérdida), incluyendo los últimos momentos del fallecido, el grado de sufrimiento y de lesiones mutilantes, o la naturaleza maliciosa o intencionada del fallecimiento. Es más frecuente que el Trastorno de estrés postraumático aparezca coincidiendo con el trastorno del duelo complejo persistente cuando la muerte tuvo lugar en circunstancias traumáticas o violentas.

Comorbilidad

Los trastornos que con más frecuencia aparecen de manera simultánea con el trastorno del duelo complejo persistente son el trastorno depresivo mayor –usted indica: “entró en depresión”-, el Trastorno de estrés postraumáticos y los trastornos por consumo de sustancias.

Tanto el trastorno de duelo complejo persistente como el trastorno por estrés postraumático pueden conllevar una evitación de los recordatorios de los acontecimientos angustiantes (–usted nos dice: “He intentado decirle pero él no me deja dice no quiero hablar de esto y no me escucha”-). Mientras que la evitación en el Trastorno de estrés postraumático se caracteriza por una evitación de los recordatorios internos y externos de la experiencia traumática, en el trastorno de duelo complejo persistente también hay preocupaciones por la pérdida y añoranza del fallecido, que están ausentes en el Trastorno por estrés postraumático.

Por otro lado, es recomendable plantear como hipótesis de trabajo la relación derivada entre el trastorno por estrés postraumático y los trastornos disociativos que son comorbidos entre un quince y treinta por cien. El fallecimiento del hermano de su marido ha podido activar un proceso disociativo entendido como una no-percepción. Es decir, distorsión que desemboca en una suerte de tabicación, bruma, velo o vidrio que separa a su marido de la percepción real del mundo exterior y de sí mismo como un todo coherente e integrado, dejando fuera de la conciencia segmentos enteros de experiencia. De aquí que usted indique: “comenzó a cambiar a excluirme a estar enojado todo el tiempo a alejarse”.

Conclusión

Cuando nos vemos enfrentados a las crisis y la confusión, resulta especialmente difícil “no hacer nada; quedarse ahí sentado”. Las palabras pueden fallar o ser malinterpretadas; las intervenciones pueden ser ineficaces o ser rechazadas sin pensárselo dos veces (señalábamos más arriba: “He intentado decirle pero él no me deja dice no quiero hablar de esto y no me escucha”); las buenas intenciones se quedarán cortas; y aparecerán problemas que ninguna acción “directiva” puede cambiar o arreglar (nos dice: “Yo al principio lo deje pasar y me animé a mí misma diciendo es normal estaba muy unido a él ya se le pasará pero la verdad es que no se le ha pasado cada vez siento que nuestra relación se deteriora más… solo sé que ya no puedo pretender que se le pasará”). En razón de ello, proponemos modificar ligeramente inicial menciona más arriba por: “No haga nada; limitase a estar presente”.

En definitiva, para ayudar a su marido es necesario realizar un diagnóstico diferencial para entender la esencia del trauma que padece o sufre. Para ayudarla a usted, debe limitarse a estar presente. Esto es esencial para los pacientes muy traumatizados, quienes la mayor parte del tiempo viven en un mundo interior opresivo en el que las palabras han perdido su significado y el lenguaje no tiene cabida –recuerde: “Él no me deja, dice no quiero hablar de esto y no me escucha”-.

Espero haber sido de utilidad para el problema que ha planteado.

Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 37 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/llevo-12-anos-con-mi-esposo-y-siempre-hemos-estados-muy-conectados-hace-ano-y-medio-su-hermano-murio

Un saludo,



Juan José Regadera. Murcia

        

                               Hasta pronto 


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