El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 49

 

Duda solucionada: Número 49

Pregunta del paciente:

Hola,

Noto que con 45 años con carrera y master etc. no sé dónde enfocar mi vida, apenas salgo ni viajo y veo que el tiempo pasa y pasa muy rápido y sigo en el mismo sitio como podría encauzar mi vida y saber hacia dónde dirigirme.

Gracias,

Saludos.

 Respuesta:


Gracias por compartir con nosotros su preocupación.

He leído las respuestas de mis ocho compañer@ de Murcia, Arroyo de la Miel y Santiago de Compostela, Cádiz, Bilbao, El Ejido, Alzira y Puerto Real. Estoy de acuerdo en sus valoraciones y apreciaciones.

Por nuestra parte, y como complemento a los datos ofrecidos por mis compañer@s, ampliaré la información desde un punto de vista antropológico centrándome en los conceptos de vocación y autenticidad por si fuese de tu interés:

Su pregunta:

¿Cómo podría encauzar mi vida y saber hacia dónde dirigirme?

Respuesta:

Hay que encauzarla y dirigirla hacia el desarrollo de la vocación.

Discusión

La vida humana no es una realidad cuyo ser, cuya consistencia o contenido le es dado hecho a la persona. La vida es, por lo pronto, actividad tarea, y es tarea personal, es decir, depende de nosotros.

Es cierto, de que en esto que “nos pasa”, la periferia de nuestra vida, la circunstancia –recordemos a Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”- no está en nuestra mano. Pero si está en nuestra mano, el sentido vital de cuanto nos pasa, porque eso depende de lo que decidamos ser. En cada instante se abordan ante la persona múltiples posibilidades de ser –puede hacer esto o lo otro lo de más allá-. De aquí que no tenga más remedio que elegir una. El vivir, pues, es no poder dar un paso sin anticipar la dirección o sentido general de cuantos va a dar en su existencia.

En definitiva, por lo tanto, tener que vivir es realizar una tarea. Pero esta tarea que es la vida de cada uno de nosotros, tiene dos rasgos esenciales:

1. La vida hay que hacerla con riesgo

2. La tarea no es una tarea cualquiera, sino que se trata de una tarea concreta y personal: la realización de la vocación.

Decíamos antes, que en cada instante se abren ante nosotros múltiples posibilidades, por lo que no nos queda más remedio que decidirse por una. Lo que esto quiere decir es que la vida debe hacerse con riesgo, ya que puede uno equivocarse al tomar la decisión. Y esto es vivido con temor debido al miedo a asumir la responsabilidad.

Decidirse, no significa tomar una decisión cualquiera, simplemente actuar. Cada persona debe realizar una acción concreta y personal, pues cada persona posee un proyecto vital único e insustituible, es decir, una concreta vocación. Esto es, el ingrediente más extraño y misterioso de la persona. Por un lado es libre –no tiene que ser por fuerza nada-, sin embargo, ante su libertad se alza siempre algo con un carácter de necesidad, como diciéndonos, “poder puedes ser lo que quieras, pero solo si quieres ser de tal determinado modo serás lo que tienes que ser”.

Por tanto, ser auténtico, he ahí la finalidad de la vida de la persona, y, por extensión, el desarrollo de la vocación.

Debe pues la persona elegir una vida concreta. Entonces, ¿qué camino debo seguir?.

La persona tiene la ineludible impresión de que su vida, por tanto, su ser, es algo que no puede, sino que tiene que ser elegido, y esto que la persona se ve obligado a elegir es la carrera de su existencia –lo que hemos denominado el desarrollo de la vocación, es decir, la autenticidad-.

Pero no siempre es fácil esta elección. De aquí, que el planteamiento de la existencia humana como un desarrollo personal, es decir, lo que hemos llamado “vocación” (no para el esquema social que son las carreras) necesita de una ayuda terapéutica.

Ayudar a encontrar el camino que hay que seguir es la finalidad de la psicoterapia antropológica de orientación fenomenológica-existencial (Modelo contextual de psicoterapia).

Pero descubrir eso, esto es reflexionar y ser consciente del fracaso de una vida. Usted dice:

“Con 45 años, carrera y master…apenas salgo, ni viajo, veo que el tiempo pasa, y pasa muy rápido, y sigo en el mismo sitio”

Cuando llegamos a esta situación surgen las eternas preguntas en relación con la existencia: ¿para qué?, ¿por qué?, ¿quién soy?, ¿qué tengo que hacer en la vida? y ello a pesar del posible éxito social o profesional.

Conclusión

Oír y entender la voz de la vocación, ese desarrollo personal dentro de una vida socialmente estructurada, no es tarea fácil. Por ello quizás, cuando la no realización de la vocación personal sea dolorosa, se debe acudir a la psicoterapia y a través del encuentro con el psicólogo, ir analizando la que ha sido la vida y lo que ha debido ser. Ir en definitiva, analizando los “instantes” de la vida en las tres dimensiones del tiempo (pasado, presente y futuro). La vida humana debe encontrar esa unidad en el instante vivido.

Usted es siempre un venir de algo y un ir a otro algo. Pero en la época de crisis esta dualidad se convierte en especial conflicto, porque aquello de donde se viene y aquello donde se va son perfectas antítesis.

Su situación puede ser considerada como un drama, pero un drama con tensiones y fuerzas contradictorias, por lo que puede no encontrar sentido. Ayudarle a encontrar el sentido de su vida, he ahí la finalidad de la Psicoterapia.

Espero y deseo, que tanto los datos aportados por mis compañer@s como los míos propios, le animen a la realización de la vida auténtica, hacer lo que uno debe hacer, llegar a ser lo que uno debe ser, es no solo saludable, sino que lleva a la perfección humana.


Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 49 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/hola-noto-que-con-45-anos-ocn-carrera-y-master-etc-no-se-donde-enfocar-mi-vida-apenas-salgo-ni

Un saludo,



Juan José Regadera, Murcia

        

                               Hasta pronto 


Comentarios