El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 65
Duda solucionada: Número 65
Pregunta del paciente:
Hola,
Me gustaría que mi hijo de 20 años, que siempre va con sus
padres y apenas se relaciona, no fuera una persona dependiente de sus padres y
que fuera muy independiente, para que no tuviera miedos en el presente como los
tienes y en el futuro, ¿Cómo lo podría educar? y si necesitaría ayuda.
Gracias.
Saludos.
Gracias por compartir con nosotros su preocupación
Su pregunta:
¿Cómo educar a mi hijo de 20 años para que sea una persona independiente?
Respuesta:
Siguiendo los criterios del Trastorno de la personalidad dependiente podremos
orientarla en cómo educar a su hijo para que sea más independiente.
Apoyándonos en el DSM-5, elaboramos los siguientes puntos:
1. Animarlo a que tome decisiones cotidianas sin el consejo y la reafirmación
de sus padres u otras personas (p.ej., elegir el color de la camisa, o llevar o
no el paraguas).
2. Animarlo a que asuma responsabilidades en la mayoría de los ámbitos
importantes de su vida.
3. Animarlo a que exprese el desacuerdo con los demás sin que le importe tanto
perder su apoyo o aprobación.
4. Animarlo a que inicie proyectos o que inicie cosas por si mismo.
5. Ayudarle a que aumente la confianza en el propio juicio o capacidad.
6. Que no haga voluntariamente cosas que le desagradan para obtener la
aceptación y el apoyo de los demás.
7. Que no persiga la aceptación y apoyo de los demás.
8. Favorecer que pase periodos en soledad para que aprenda a cuidar de sí
mismo.
9. Cuando termine una relación estrecha, con un chico o una chica, que no
busque con urgencia otra relación para sentirse apoyado y cuidado. Que pase
tiempo en soledad antes de iniciar una nueva relación.
10. Que perciba con realismo que no tiene por qué ser abandonado, y aún así,
que tenga confianza en que sabrá cuidar de sí mismo.
11. Animarle a que no se muestre sumiso en la relación con los demás.
12. Que no se muestre pasivo y que tome la iniciativa.
Desde el punto de vista cognitivo, el objetivo principal del tratamiento de las
personas con trastorno por dependencia es e incremento de la autonomía y de la
autoeficacia con el fin de hacer frente a los problemas con soluciones y decisiones
personales.
Si su hijo de 20 años, es, desde el punto de vista de los Trastornos de la
personalidad, una persona dependiente, elaboramos las siguientes
recomendaciones:
a. Tenemos que estar preparados para actitudes de pesimismo y duda. Es normal
que su hijo tienda a menospreciar sus capacidades y recursos, y que se refiera
constantemente a sí mismo como “inútil”.
b. Es normal que su hijo se tome las críticas y la desaprobación como prueba de
su falta de valor y perdida de fe en sí mismo. Tenemos que ser fuertes ante
estos comentarios.
c. En cuanto al rendimiento ocupacional y académico, puede verse afectado por
la falta de iniciativa y autonomía. Es necesario apoyar e incrementar la
confianza en que lo lograra.
d. Si surgen puestos de responsabilidad tenemos que animarlo a que lo acepte.
e. Favorecer que las relaciones sociales no se limiten a una o dos personas.
f. Tenemos que estar atentos a posibles trastornos depresivos, trastornos de
ansiedad y trastornos de adaptación ya que hay mayor riesgo de presentarlos.
g. El trastorno de personalidad dependiente a menudo se desarrollo junto con
otros trastornos de la personalidad, especialmente el límite, el evitativo y el
histriónico, por lo que no tenemos que preocuparnos ya que tanto uno como otro
pueden mejorarse.
Conclusión:
Desde el punto de vista fenomenológico y existencial, es importante que
considere que su hijo no vive, sino que conduce su vida, que le es propuesta
como una tarea. Pero esta tarea tiene dos rasgos esenciales:
1. Que la tarea hay que hacerla con riesgo
2. La tarea no es una tarea cualquiera, sino que se trata de una tarea concreta
y personal, es decir, la realización de la vocación (su vida propia).
En cada instante se abrirán ante su hijo múltiples posibilidades sobre lo que
puede hacer, por lo que no le quedará más remedio que decidirse por una. Esto
implica que debe asumir un riesgo y que, por lo tanto, puede equivocarse al
tomar la decisión.
Es fácil de entender, que la decisión puede tomarse con zozobra y angustia,
temerosamente. Su hijo puede dudar sobre cual debe ser su decisión, no querrá
arriesgarse, pero la vida le empujará, le obligará a decidirse, por lo que la
persona dependiente irá “hundiéndose desesperadamente en un círculo diabólico”,
y no hallar modo de sostenerse sobre el mar de dudas en que ha caído y, en
efecto, caer hasta el fondo. El fondo es la desesperación.
Pero existe un modo positivo de enfrentarse a la duda, la inseguridad, la
indecisión y la falta de seguridad en uno mismo, la “calma”.
Su hijo debe aprender a crear briosamente en medio de la congoja y el apuro la
“calma”. Esta “calma” o “sosiego”, que adquirirá con la edad, pondrá orden al
miedo. Y es, también, donde su hijo tomará posesión de su vida, y en efecto,
sentirse el mismo.
Espero haber sido de ayuda.
Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 65 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:
Un saludo,
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