El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 69


Duda solucionada: Número 69

Pregunta del paciente:

La gente que te deja de hablar por algo en concreto, ¿son malas personas?

Tengo una vecina de 58 años que reconoce que cualquiera que le haga algún desprecio o le mire mal, les deja de hablar para siempre y se molesta con ellos, en cambio yo con 13 años y hasta con 20 años nunca he dejado de hablar con alguien que en su momento me ha dado un trato inadecuado o me ha despreciado. Mi pregunta es si este tipo de gente que nunca está dispuesta a olvidar, ¿son malas personas?

 Respuesta:


Gracias por compartir con nosotros su preocupación.

He leído el comentario a su pregunta de nuestra compañera de Puerto de Sagunto, y estoy de acuerdo en su recomendación y apreciación.

Por nuestra parte, matizaremos la valoración de la compañera aportando algo más de información a su pregunta:

¿Son malas personas aquellos que no están dispuesto a olvidar?

Respuesta: No

Explicaremos la respuesta desde el punto de vista de la Semiología Clínica Psiquiátrica, apoyándonos en la semiología de los delirios, la semiología del carácter, y en la noción de personalidad.

1. Semiología de los delirios

Son temas delirante, entre otros, los delirios pasionales que se alimentan de interpretaciones numerosas, pero están caracterizados por el predominio de un estado ideo-afectivo exclusivo y permanente, especie de monoideismo obsesivo y violentamente emocional, que impone una concepción al espíritu y domina la actividad mental con una relativa independencia respecto a las categorías lógicas.

Entre los temas habituales, se encuentra las ideas delirantes de querulancia. La idea prevalente es la de un perjuicio sufrido con ocasión de una herencia, un concurso, la indemnización insuficiente de un daño recibido, etc. Estas personas se vuelven querulantes, continuos demandantes, autores de múltiples quejas, de instancias y memoriales de su situación y de procedimientos por vía judicial.

Dentro de los delirios de querulancia, se encuentra el Delirio Querulante de Raecke en que cada vez que aparece la vivencia reaparece la misma reacción delirante. Aquí la importancia está en los factores externos y de situación.

2. Semiología del carácter

El carácter es un conjunto de modos de ser propios de una persona. Se traduce por la manera de comportarse, de proceder, de actuar y reaccionar y de relacionarse con los demás. Es el aspecto que se capta inmediatamente en una persona, y una imagen de pertenencia e identidad.

Esta definición del carácter, le ha sucedido una caracterología renovada que queda englobada en la noción de personalidad. En esta nueva ubicación surge las Caracteropatías Psicóticas como es: la paranoia.

Estas personas se muestran con sobreestimación del yo, ausencia de autocrítica, desconfianza, tendencia a las interpretaciones, hiper-rigidez moral, dogmatismo, certeza de infalibilidad, arrogancia, tendencia al aislamiento, susceptibilidad y resentimiento.

3. Noción de personalidad

Dentro de la nomenclatura del DSM-5 se encuentra el Trastorno de la personalidad paranoide que entre los criterios diagnósticos, destacamos para la pregunta que nos formula:

Criterio nº 3: Poca disposición a confiar en los demás debido al miedo injustificado a que la información se utilice maliciosamente en su contra.

Criterio nº 4: Lectura encubierta de significados denigrantes o amenazadores en comentaros o actos sin malicia.

Criterio nº 5: Rencor persistente (es decir, no olvida los insultos, injurias o desaires).

Criterio nº 6: Percepción de ataque a su carácter o reputación que no es apreciable por los demás y disposición a reaccionar rápidamente con enfado o a contraatacar.

Conclusión:

Su pregunta sobre si “¿la gente que te deja de hablar por algo en concreto son malas personas?”, no está bien planteada.

Como decía la compañera de Puerto de Sagunto, no hay buenas o malas personas. Lo que hay son circunstancias, contextos personales, de aquí la frase tan conocida de nuestro filósofo español, José Ortega y Gasset, que dice así: “Yo soy yo y mis circunstancias”, sin embargo, es menos conocida la frase en su final, que concluye de este modo: “Si no las salvo a ellas, no me salvo yo” (refiriéndose a las circunstancias).

Espero y deseo que los argumentos ofrecidos y el apoyo de Ortega como final de mi exposición haya aclarado su preocupación en torno a su vecina.

Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 69 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/la-gente-que-te-deja-deja-de-hablar-por-algo-en-concreto-son-malas-personas-tengo-una-vecina-de

Un saludo,



Juan José Regadera, Murcia.

        

                             Hasta pronto

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