El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 84


Duda solucionada: Número 84

Pregunta del paciente:

Buenas tardes,

Tengo un trabajo en que debo ejercer cierto grado de autoridad y cumplimiento de las Normas. En ocasiones, ciertas personas ignoran mis advertencias, haciendo caso omiso.

Me considero una persona bastante cumplidora con las normas, pero dichas situaciones me frustran, me enfadan y me dejan con mal sabor de boca.

¿Cómo puedo canalizarlo?

Muchas gracias.

Respuesta:


Buenos días, pasamos directamente a responder a

Su pregunta:

¿Cómo puedo canalizar la frustración, el enfado y el mal sabor de boca que me dejan mis subalternos cuando ignoran mis advertencias y hacen caso omiso?

Respuesta:

A. Consejos:

1. Usted necesita ver que su estructura de defensa (es decir, el miedo a que las cosas no salgan bien o no resulten como es deseable) encubre fantasías temidas –por ejemplo: el enfado de sus superiores- ante las que se muestra o comporta con inseguridad e incertidumbre extremas.

2. Debe desplazar sus expectativas de exigencia imposible a otras más realistas –es urgente reconsiderar este aspecto-.

3. Usted debe buscar un compromiso realista entre las expectativas laborales desproporcionadas y las realizables.

4. Debe aceptar e integrar en su experiencia consciente los sentimientos de angustia, rabia o dependencia de que sus subalternos “hacen caso omiso a sus advertencias” en lugar de evitar o aislar los sentimientos derivados del “mal sabor de boca que le dejan”. Es decir, debe familiarizarse con sus propios sentimientos –sentirlos, experimentarlo- afín de corregirlos y no tanto ponerse rígido y obstinado en lo que usted piensa o considera que es lo correcto.

5. Céntrese en los sentimientos que experimenta cuando tenga “mal sabor de boca” para poder identificarlos y corregirlos y no se distraiga con lo que cree que le han hecho mal ni evite afectivamente expresar como se siente –comuníquelo, verbalícelo-.

6. Trate de ser menos rígido con las personas y con el trabajo y no le quite importancia a las relaciones interpersonales ya que son esenciales –recuerde que necesitamos “convivir” para “vivir”-.

7. Lleve una agenda para priorizar los problemas buscando soluciones.

8. Pare el pensamiento cuando se vea así mismo rumiando, indeciso y dilatando lo que haya que resolver.

9. Limite la severidad de las exigencias personales.

10. Incremente su expresión emocional para conseguir una mayor comodidad con la misma.

11. Disminuya las necesidades de control modificando su estilo interpersonal con las sugerencias arriba señaladas.

12. El cambio suele llevar tiempo ya que mejorar requiere de un gran esfuerzo.

13. Usted mantiene esquemas que ha dejado de funcionar correctamente y que se han mantenido estables a lo largo de su vida y que son percibidos por usted como verdaderos “a priori”, cuyas características principales son la resistencia al cambio, su disfuncionalidad y su activación por las experiencias laborales que describe.

14. Por todo ello, debe repensar –o estar más atento- a sus decisiones que, aunque no conscientes le impiden cambiar. No evite situaciones vitales que puedan suponerle un cambio y no siga imponiéndose patrones rígidos de pensamientos y acciones dirigidas a perpetuar el esquema que mantiene a diario.

B. Recomendaciones

1. La terapia centrada en esquemas basada en el concepto de esquemas tempranos desadaptativos, creencias que se desarrollan en etapas tempranas del desarrollo y son fruto de necesidades no cubiertas en dichas etapas, sería el procedimiento de elección para el tratamiento del problema por el que consulta.

2. Son patrones que comprenden pensamientos, emociones, recuerdos y comportamientos, y se activan ante ciertos disparadores –en su caso, su trabajo-, y que provocan estrategias de afrontamiento desadaptativas en usted –recuerde: “me dejan con mal sabor de boca”.

3. Estas estrategias llevadas a cabo por usted –aún sin ser plenamente consciente de ello- son: la evitación (de los sentimientos: ira, rabia, enfado, resentimiento, etc.), el sometimiento al esquema o la sobrecompensación, y aunque usted mantenga las estrategias para evitar el malestar, acaban reforzando los mismos esquemas tempranos que aprendió en su infancia y adolescencia. Algunos ejemplos de esquemas aprendidos son el abandono –si no hago bien mi trabajo dejarán de apoyarme mis superiores o clientes-, el abuso –mis subalternos abusan de mi paciencia y consideración hacia ellos-, la desconfianza –no puedo fiarme de nadie, no puedo relegar en nadie-, etc.

4. Usted debe aprender a conocer sus esquemas tempranos, las situaciones que los activan y sus estrategias de afrontamiento, así como manejar los modos de esquemas y reforzar una postura más sana.

5. Recientemente se ha llevado a cabo un estudio para conocer la eficacia de la terapia de esquemas en personas mayores de 60 años diagnosticadas por el problema por el que consulta y los resultados sugieren que la terapia de esquemas es eficaz en este tipo de personas reduciendo los síntomas –que usted describe en su pregunta- y el malestar asociado a ellos, así como incrementando la calidad de vida asociada a la salud.

Espero haberle sido de ayuda.

Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 84 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/buenas-tardes-tengo-un-trabajo-en-que-debo-ejercer-cierto-grado-de-autoridad-y-cumplimiento-de-las

Un saludo,




Juan José Regadera, Murcia.

        

                             Hasta pronto

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