¿Cómo aliviar la ansiedad de forma natural y rápida? El psicólogo responde®. Duda solucionada: Número 163

 

Duda solucionada: Número 163

Pregunta del paciente:

Hola,

¿Cómo aliviar la ansiedad de forma natural y rápida?

Un saludo.


Respuesta:


Hola, suscribo las palabras de mis cinco compañeras.

Si lo que desea es encontrar una solución natural y rápida sin recibir tratamiento farmacológico o psicológico la respuesta positiva a su

Pregunta:

¿Cómo aliviar la ansiedad de forma natural y rápida?

Respuesta:

Manteniendo la calma.

Argumentación

En adelante, todo lo reflexionado en este apartado se ajustará a lo que se conoce como ansiedad normal. Importa poco, a nuestro propósito, diferencial entre la ansiedad y la angustia. Que la angustia y la ansiedad sean de naturaleza y cualidad diferentes o se trate simplemente de grados dentro de una misma expresión emocional no altera el producto final que tratamos de desvelar para hablar de “calma” o “tranquilidad”.

Existe una ansiedad normal que sobreviene con ocasión de un acontecimiento particularmente apto para producirla y cuyo desarrollo depende de las reacciones ante los hechos de la vida cotidiana.

Ciertas personas parecen predispuestas desde siempre a reacciones hiperemocionales y a la ansiedad fácil; son los “hiperemotivos”, cuya sensibilidad reactiva se ve afectada permanentemente por las circunstancias normales de la vida cotidiana, con sus tropiezos y su necesidad constante de adaptación. Así son los tímidos, los rastreadores, los susceptibles, y los inquietos. Algunos disimulan esta vulnerabilidad emocional con reacciones de cólera, oposicionismo, violencia o fuga a modo de defensa contra la ansiedad.

Un grado más y se llega, pasando por todas las transiciones, al cuadro de los grandes ansiosos con sus paroxismos de crisis graves de angustia (que evoluciona por crisis o episodios de corta duración), sus episodios de abatimiento y depresión y sus períodos de calma –pero este tipo de ansiedad, como dijimos, no es la que nos interesa aquí.

La hiperemotividad simple es escasamente patológica; se traduce por la facilidad e intensidad de las reacciones somatopsíquicas normales que se hacen frecuentes, hasta constituir un inconveniente serio para la vida cotidiana (aquí tenemos a los tímidos). La existencia de fobias asociadas añade una complicación.

Discusión

Para sentirnos feliz –satisfechos con nuestra vida-, tenemos que ser dueños de sí mismos. Y si no lo somos, debemos poner remedios. Por ejemplo, en lugar de ocuparnos en ejercer dominio (control) sobre las cosas, debemos ser dueño de sí propio (del yo mismo).

Hablamos de suficiencia, independencia, libertad, serenidad, imperturbabilidad. Para alcanzar estos ideales, debe acumular experiencias, fracasos y desengaños, debemos sentirnos inquietos y desconfiados, de vuelta de muchas cosas, y replegados sobre sí mismo. La ansiedad, contemplada desde aquí, es la desesperación de no poder conocer –conocer lo que somos-. Éste es el medio por el cual se consigue la tranquilidad.

Cuando desde nuestro interior comenzamos a comprender que no hay que preocuparse, que debemos contemplar todo lo que nos amedrenta con mente serena. Por lo tanto, frente a la ansiedad o la angustia debemos estar tranquilos y contemplar las cosas con mirada serena, calmada.

Proponemos mantener, frente a la ansiedad, el buen temple, la alegría y contento, la jovialidad, el equilibrio armonioso y la distinción y el discernimiento de lo que es importante y lo que no. No se trata de “aguantar” pasivamente o de desinteresarnos con indiferencia de la ansiedad, sino de considerar la situación en que se encuentra uno y las cosas que hay en ellas con mirada alerta, para discernir, distinguir y hallar la prosperidad y bienestar –recordemos que algunas de nuestras compañeras hablaban de la ansiedad como un estado de alerta, en el caso que describimos sería un estado risueño de la alerta, un estado positivo de la ansiedad-.

Defendemos la mesura en la emoción, podemos sentirnos indignados, enojados o coléricos, pero debemos ser dueños de las emociones, para refrenarlas y dominarlas, y no alterarnos. Se trata de conservar la calma en el peligro que supone la ansiedad, de enfrentarse a ella sin alterarse.

Es más valiente el que se mantiene ante la ansiedad impávido e imperturbable, en los peligros súbitos e imprevistos de la vida cotidiana, que el que lo es en los ya conocidos y manifiestos; pues entonces la valentía frente a la ansiedad procede más del hábito de sufrirla que de preparación para afrontarla.

Conclusión

La ansiedad consiste en un estado de alerta, que es serenidad y clarividencia en orden a la acción acontecida. El valor en los peligros de la vida, y sobre todo en los peligros súbitos, inesperados e imprevistos, es una actitud hecha de serenidad, de calma perspicaz, que permite obrar con prontitud y acierto, aun sin una preparación previa. La voz “alerta”, tan expresiva, traduce inmejorablemente esta disposición. Con la interjección all´erta (de erta, subida), se invitaba a los soldados a levantarse y ponerse en guardia en caso de ataque.

Adviértase este sereno y tenso estado de alerta que encierra la ansiedad frente a todo peligro inesperado.

Resumen

A pesar de ello, la fortuna –la mala fortuna, diríamos- de la idea de ansiedad ha subrayado casi siempre su lado negativo. La forma afirmativa de la ansiedad podemos contemplarla en el sosiego. Son muchos los nombres de la ansiedad: angustia, congoja, tribulación, zozobra, desazón, desasosiego. Pero lo que interesa destacar aquí, es que para tener sosiego hay que sosegarse, que en el sosiego no se está ya, que no es regalado. Y sosegar, de la misma raíz que sentarse, es calmar, dar asiento, firmeza, seguridad, serenidad. El desasosiego –la ansiedad en estado de alerta- es la pérdida del sosiego, del asiento y la calma que la persona había conseguido, que se había procurado al sosegarse.

La ansiedad es solo una privación, que lo propio de la persona no es la angustia, sino el sosiego; pero que éste, a su vez, no le es dado en balde, sino que la persona tiene que conquistarlo y ganarlo; que para tener sosiego –y no ansiedad- tiene primero que sosegarse.

Espero y deseo, haber sido de ayuda.

Para leer las respuestas de otros profesionales de la psicología a la pregunta n.º 163 puede acudir al siguiente enlace de doctoralia.es:

https://www.doctoralia.es/preguntas-respuestas/como-aliviar-la-ansiedad-de-forma-natural-y-rapida

Recibe un cordial saludo,


Juan José Regadera, Murcia.

        

      Hasta pronto

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